Permitidme la broma fácil. La granada es una fruta con acné
juvenil. Está llena de granos. Vale, de acuerdo, en “El club de la comedia” lo
tendría chungo. Pero vayamos al grano. La granada es una fruta conocida desde
la antigüedad. Los egipcios ya la consumían. Es más, querían ser enterrados con
ellas, por aquello de tener alimentos en el largo viaje al más allá. Los
bereberes la trajeron a la Península Ibérica. Algunos pueblos han visto la
granada como símbolo del amor, de la fertilidad y la consideran un alimento
afrodisíaco. Una vez desgranadas suelen comerse tal cual, pero también se
añaden a ensaladas de invierno, pues con la escarola hace buenas migas. Otros
prefieren exprimirlas y hacer zumo, bien para cocinar, o simplemente para
bebérselo. Nosotras hemos preferido hacer mermelada y le hemos añadido manzana,
que es un buen espesante .
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 | INGREDIENTES |
- 5 granadas (1.100 g en limpio).
- 750 g de manzanas.
- Zumo de 2 limones.
- 750 ml de vino tinto de buena calidad.
- 1 kg de azúcar.
- 1 palo de canela.
- 1 cucharadita de agua de azahar.
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 | PREPARACIÓN TRADICIONAL |
- Lavar las manzanas y descorazonarlas. Cortarlas en trocitos sin quitar la piel.
- Desgranar las granadas, cortándolas transversalmente y golpeando
cada mitad con el corte hacia abajo sobre un bol para recoger los granos (se puede golpear con el mazo del mortero).
- Poner ambas frutas en una cazuela, con el zumo de limón, la
canela, el vino, el agua de azahar y el azúcar. Cocer a fuego lento durante 1
hora.
- Quitar el palito de canela y pasar por el pasapuré para quitar las pepitas.
- Comprobar que la densidad es la adecuada (para ello, se puede poner una cucharadita con mermelada durante unos minutos en la nevera y probarla).
- Envasar, en caliente y lentamente para que el cristal no se rompa, en botes bien limpios de boca ancha y seguir las normas de conservación para almacenar con garantías.
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 | CONSEJO |
Para las conservas deben utilizarse tarros de cristal de boca ancha, nuevos o esterilizados en agua hirviendo (en una cazuela o, mejor, en la olla exprés) para evitar desagradables sorpresas. Si tienen gomas estas deben ser nuevas.
Una vez rellenos debemos tener en cuenta que:
> Las mermeladas y confituras con una proporción de azúcar del 50% o superior no necesitan esterilización, porque el propio azúcar hace de conservante. Bastaría rellenar los botes con la mermelada caliente y dejar enfriar boca abajo y sobre un trapo limpio y guardar en la nevera. A pesar de ello, os aconsejamos esterilizar siguiendo el método siguiente.
> En el resto de los casos, es necesario esterilizar los botes ya llenos en una olla a presión (nosotras utilizamos una ultrarrápida), colocando con cuidado un paño entre ellos para evitar que se golpeen.
Cubrimos con agua hasta la mitad de los tarros y, cerrada, llevamos la olla a la máxima temperatura. En el “Libro de las técnicas de cocina” de EL PAIS-Aguilar recomiendan 10 minutos para los tarros de hasta ½ kilo y 15 para los de hasta 1 kilo, siempre en olla exprés (en cazuela, los tiempos aumentan hasta 1 hora y 1,½ horas respectivamente. En ese caso, se recomienda usar agua saturada de sal, con lo que se consigue que la temperatura de ebullición aumente hasta los 104ºC).
Cuando se cumpla el tiempo, apagaremos el fuego, dejaremos que baje lentamente la presión, abriremos la olla y colocaremos los tarros boca abajo sobre un paño limpio hasta que se enfríen.
Finalmente etiquetamos, para recordar bien la fecha en que están realizados, y guardamos.