jueves, 29 de enero de 2015

COCADAS


Yo no he visto un cocotero en mi vida. Me refiero a verlo al natural. Otra cosa es verlo en el cine o en televisión. Mi primera visión –digámoslo así- de un coco fue en un puesto de una feria de pueblo. Aquella media luna de llamativo color blanco hacía compañía a unas chufas en remojo y a un puñado de altramuces. Eran las “chuches” de nuestra infancia. El paso siguiente fue descubrir el coco como ingrediente en recetas de cocina. Mi madre solía tener coco rallado para hacer cocadas, un postre delicioso. A veces la ayudábamos a la hora de hacer las cocadas porque así podíamos meter mano en el bote del coco rallado con su pleno consentimiento, aunque a nada que se descuidase corría el riesgo de quedarse sin buena parte del ingrediente principal. Y es que para nosotras el coco tenía un no sé qué de exótico, de fruto poco visto que nos llevaba a pensar en países remotos, lejanos, y estimulaba nuestra imaginación. Hoy hemos echado la vista atrás y hemos vuelto a hacer aquellas cocadas, esos pastelillos de coco de ayer, de hoy y de siempre. 

RECETA

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INGREDIENTES (para 16 cocadas de 15 g cada una)
  • 100 g de coco rallado.
  • 100 g de azúcar.
  • 1 huevo.

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PREPARACIÓN
  1. Mezclar el coco rallado con el azúcar.
  2. Añadir el huevo batido y seguir mezclando.
  3. Hacer bolas de 15 g cada una.
  4. Meter en el horno previamente precalentado a 180° durante 13 minutos (hasta que estén doradas).






domingo, 25 de enero de 2015

MACEDONIA CON SALSA DE GRANADA


Hoy empezaremos por la conclusión: no todos las palabras tienen el mismo significado o, como mínimo, no son interpretadas de la misma manera. ¿A qué viene eso? A la palabra “macedonia”. En 2001, cuando aún eran muy recientes las heridas causadas por la guerra que enfrentó  los pueblos de la antigua Yugoslavia, viajamos a Croacia. Un buen día, en un restaurante nos pusieron de postre una ensalada de frutas diversas, cortadas en pequeñas porciones y aderezadas con zumo. A mi marido no se le ocurrió otra cosa que comentar en voz alta: “Anda, una macedonia”, frase que llegó a oídos  de la camarera que saltó como una fiera y se encaró con él diciéndole: “No Macedonia, no Macedonia”. Intentamos explicarle que aquel postre en nuestro país recibía el nombre de “macedonia”, pero creo que no llegamos a convencerla. Y es que croatas, eslovenos, serbios, macedonios, montenegrinos, bosnios y albano-kosovares aún se llevaban a matar. Comimos la ensalada de frutas a toda velocidad, pagamos y, por supuesto, tomamos el café en otro lugar, pues allí ya nos habían etiquetado como “personae non gratae”. Históricamente el Imperio Macedónico creado por Alejandro Magno fue un cóctel de razas, culturas, idiomas y religiones que convivieron durante años. Esta mezcla heterogénea dio nombre a la palabra francesa “macédoine” que luego pasaría al terreno de la cocina. Pero, claro, en aquel contexto ¿quién era el valiente que hubiera intentado remontarse a Alejandro Magno para razonar con la camarera? 

RECETA

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INGREDIENTES (para 4 personas)
  • 4 rodajas de piña natural.
  • 1 manzana.
  • 1 plátano.
  • 2 granadas.
  • 1 kiwi.
  • 2 cucharadas de azúcar.

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PREPARACIÓN
  1. Desgranar las granadas, cortándolas transversalmente y golpeando cada mitad con el corte hacia abajo sobre un bol para recoger los granos (se puede golpear con el mazo del mortero).
  2. Reservar algunos granos para decorar. Colocar el resto en el vaso de la batidora o robot y triturarlos. Filtrar el jugo obtenido por un colador de malla fina y echarlo en un cazo. Añadir el azúcar y cocer a fuego suave durante 10 minutos. Retirar y dejar enfriar.
  3. Pelar el plátano y cortarlo en rodajas. Lavar la manzana, descorazonarla y cortarla en rodajas finas.
  4. Pelar la piña y cortarla en trozos, eliminando el centro fibroso.
  5. Cortar el kiwi en trocitos.
  6. Repartir las frutas en cuatro cuencos y añadir por encima los granos de granada, por último verter por encima la salsa de granada reservada y dejar en la nevera hasta el momento de servir.




martes, 20 de enero de 2015

VASITOS DE PURÉ DE PATATA Y SOBRASADA


Estos vasitos en formación de combate sólo pretenden ganar una batalla: la del paladar del comensal. Sus armas son bien simples: patata y sobrasada, dos productos que al no ser de temporada permiten elaborar este sencillo aperitivo cualquier día del año. Ocurre, sin embargo, que en muchas zonas de la Península la sobrasada no goza de la estimación que se merece por puro desconocimiento, y no será porque los productores de las Baleares no hayan hecho campañas informativas. Lo dicho, se trata de ir ganando pequeñas batallas como cuando en su día publicamos la “Tosta de sobrasada con miel, peras y queso de cabra” que hizo rendirse a más de uno ante la evidencia de lo excelente.


RECETA

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INGREDIENTES (para 6 vasitos)
  • 2 patatas.
  • 150 g de sobrasada de Mallorca.
  • 1 cucharada de mantequilla.
  • Azafrán.
  • 6 cucharadas de leche.
  • Sal.
  • Pimienta.
  • Nata líquida.
  • 2 mangas pasteleras.
  • 6 vasitos de cristal.
  • 6 chips de patata para adornar (opcional)

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PREPARACIÓN
  1. Pelar las patatas, cortar a trozos y cocer en agua con sal.
  2. Cuando estén cocidas escurrir y triturar.
  3. Poner a calentar la leche con la mantequilla, cuando empiece a hervir retirar del fuego y salpimentar, añadir las hebras de azafrán y dejar infusionar unos minutos.
  4. Verter la leche a las patatas cocidas y dejar hervir unos minutos hasta conseguir un puré espeso.
  5. Poner en un cazo la sobrasada con un poco de nata líquida y llevar al fuego suave dando vueltas hasta que se disuelva la sobrasada, la cantidad de nata líquida dependerá de lo espesa que queramos hacer esta crema.
  6. Poner en dos mangas pasteleras cada una de las cremas y montar los vasitos poniendo un poco de cada una.
  7. Decorar al gusto.
  8. Tomar templado.

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SUGERENCIA
El puré de patata puede ser comprado de sobre o en forma de escamas, que luego nos servirá para hacer crujientes rebozados.




viernes, 16 de enero de 2015

LICOR DE MANDARINA


Llegué tarde. Me entretuve acicalando y ejercitando mis bonitas alas de colores y cuando me di cuenta ya habían cerrado la botella. Frustrada, tuve que replegar mi larga trompa enrollable en espiral con la que libo el néctar de las flores que polinizo. Me posé sobre el tapón esperando a que los humanos se decidiesen a servir un poco de licor de mandarina en las copas. Pero no disponía de mucho tiempo porque soy consciente de que mi vida como mariposa adulta es corta. Pronto desaparecería de este mundo sin haber probado aquello que tanto había llamado mi atención. Tenía junto a la botella unas mandarinas que habían sobrado, pero lanzarme sobre ellas no era lo mismo que probar el licor. O sea que me propuse esperar y obtuve la recompensa. No todo estaba perdido. Desenrollé mi espiritrompa y en un momento de descuido de aquellos seres racionales pude disfrutar de aquel placer de dioses. Ya podía emprender el vuelo hacia lo desconocido.

Para realizar esta receta hemos utilizado unas mandarinas naturales y maduras que llegaron a nuestra cocina por gentileza de Naranjas King.

RECETA

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INGREDIENTES (para un litro)
  • 10 mandarinas clementinas pequeñas (solo la piel). 
  • ½ litro de aguardiente de 50º
  • 250 g de azúcar
  • ½ litro de agua mineral.
  • Una cucharadita de granos de anís.

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PREPARACIÓN
  1. Lavar, cepillar y secar bien las mandarinas.
  2. Pelarlas y cortar las cortezas en tiras muy finas.
  3. Poner las pieles cortadas en un tarro previamente esterilizado.
  4. Añadir el orujo.
  5. Machacar en un mortero una cucharadita de granos de anís, agregarlos, tapar y dejar macerar durante 15 días.
  6. Pasado ese tiempo, preparar una mezcla de ½ litro de agua y 250 g de azúcar. Removerlo bien y añadirlo al tarro.
  7. Dejar en maceración durante seis semanas.
  8. Filtrar por un tamiz de tela, pasarlo a una botella y servir muy frío.






domingo, 11 de enero de 2015

LOMO RELLENO DE CIRUELAS, MANZANAS Y BACON


Si los libritos de lomo equivaliesen a los libros de bolsillo, este redondo de lomo sería como una novela de mil páginas de Ken Follet  repleta de personajes y situaciones diversas que corresponderían a los ingredientes de la receta. Mientras los libritos sólo llevan unas lonchas de queso, a veces jamón, y pan rallado para rebozar, este novelón va relleno de ciruelas, manzana, bacon y mostaza. Por fuerza tiene que ser un best-seller. Mientras los libritos de lomo te los tragas en un periquete y sirven para salir del paso, para hacer una comida rápida y sin complicaciones, este lomo relleno requiere su tiempo de elaboración, de consumo, de disfrute. Y es que, además de los ingredientes que hemos dicho, este plato también se hace con vino y brandy que le dan una nota de alegría y se sirve con una compota de manzana que pone el contrapunto a la carne.     

Siempre que acabo de leer un libro que me ha gustado recomiendo su lectura a familiares y amigos. Espero que si esta receta de lomo relleno os ha complacido también la recomendéis. 


RECETA

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INGREDIENTES (para 6 personas)
  • 1 kg de lomo de cerdo abierto en forma de libro.
  • 14 ciruelas pasas sin hueso.
  • 3 cucharadas de mostaza.
  • 6 lonchas de bacon.
  • 1 vaso de vino blanco.
  • Aceite de oliva.
  • ½ limón.
  • 3 cucharadas de brandy.
  • Una manzana.
  • Pimienta negra.
  • Compota de manzana.

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PREPARACIÓN
  1. Descorazonar y pelar la manzana, rallarla y rociarla con el zumo de ½ limón. Reservar.
  2. Extender el lomo, salpimentar y untar con la mostaza.
  3. Disponer encima el bacon, las ciruelas y la manzana rallada.
  4. Enrollar y atar con hilo de cocina para evitar que se salga el relleno.
  5. Echar un chorrito de aceite de oliva en una cazuela y dorar bien el lomo.
  6. Rociar la carne con el brandy y flambear.
  7. Verter el vino blanco y dejar a fuego lento hasta que esté tierno (50 minutos, aproximadamente).
  8. Dejar enfriar antes de cortar. Si no se va a cortar hasta el día siguiente, conviene una vez que esté frío, cubrirlo con film transparente para evitar que quede seco.
  9. Servir acompañado de compota de manzana.









lunes, 5 de enero de 2015

ENSALADA DE ESCAROLA Y MANGO


Con la llegada de un nuevo año todo el mundo suele confeccionar una lista de cosas que hay que conseguir a lo largo de los siguientes 365 días. Suelen encabezar esta lista propósitos tales como dejar de fumar, aprender inglés de una puñetera vez y apuntarte a un gimnasio para rebajar michelines. La lista se repetirá al año siguiente porque la fuerza de voluntad desaparecerá antes de que acabe enero. Ya lo advertíamos cuando hablábamos del turrón de chocolate blanco con frutos secos. Acabábamos la introducción diciendo: ¡Ya llegará la época del régimen, del “no me entra esta falda y estos pantalones ya no dan más de sí”! Pues bien, esta época ya ha llegado. De la operación engorde navideño tenemos que pasar a la operación biquini sin solución de continuidad. Después de tantas comilonas, ahora toca desengrasar. ¿Cómo? Pues, comiendo; pero comiendo sano. Ejemplo: una ensalada de invierno con un ligero toque tropical gracias a unas bolas de mango. El resto de ingredientes son de temporada: escarola, dulce de membrillo, granada y nueces. Todo ello aliñado con una vinagreta de aceite, vinagre de manzana y mostaza de Dijon. Fácil, ¿no? Pues, venga, manos a la obra que ha empezado la operación biquini.


RECETA

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INGREDIENTES
  • Escarola.
  • Un mango.
  • Queso feta.
  • Dulce de membrillo.
  • Una granada.
  • Nueces peladas.
    PARA LA VINAGRETA:
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Vinagre de manzana.
  • Sal.
  • Una cucharadita de postre de mostaza de Dijon.

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PREPARACIÓN
  1. Repartir en los boles la escarola.
  2. Añadir trocitos de queso feta cortados de forma regular.
  3. Con un sacabolas o cuchara parisina hacer unas bolas de mango poniendo la cuchara plana sobre la pulpa del mango hasta hundirla y después girando hacia los dos lados hasta que salga la bola. La parte imperfecta de la bola la colocaremos en el plato hacia abajo.
  4. Cortar cuadraditos de dulce de membrillo y poner por encima.
  5. Añadir las nueces y unos granos de granada.
  6. Aliñar con la vinagreta. 

   VINAGRETA:
  1. Poner los ingredientes de la vinagreta en un vaso, mezclar bien y repartir por encima de la ensalada.




viernes, 2 de enero de 2015

BOMBONES


“Mi mamá dice que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes qué te va a tocar”, decía Forrest Gump sentado en el banco del parque con su camisa a cuadros, una caja de bombones sobre las rodillas y una maleta al lado. ¡Genial! La frase y la escena. Porque, además, es cierta. Cuando abres una caja de bombones siempre dudas sobre cuál coger porque quieres el mejor y lanzas tus dedos depredadores sobre el de la esquina y a medio camino te arrepientes porque el que está más próximo a ti tiene mejor pinta, te seduce más y parece que te grite “cómeme, cómeme”. Y ya no os digo nada cuando el bombón está envuelto en un papel brillante de colores, señal inequívoca de que es de licor. La duda se agranda porque ni ves la forma del bombón ni sabes de qué licor está hecho su corazón. Para desvanecer tantas dudas hemos elaborado nuestros propios bombones, que sabemos a ciencia cierta que contienen crocanti, coco o mermelada.

Uno de los últimos puntos de la receta recomienda conservar los bombones en un lugar fresco y seco. ¡Ésta si que es buena! ¡Conservar, dice! ¡Pero si estos bombones no llegarán a la noche!


RECETA

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INGREDIENTES
  • Chocolate fondant.


    PARA EL RELLENO:
  • Almendra crocanti.
  • Coco rallado.
  • Mermelada de vuestro gusto.

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PREPARACIÓN
  1. Fundir al baño María o en el microondas 100 g de chocolate fondant. Fuera del fuego añadir 70 g  más de chocolate y mezclar con una espátula hasta que quede completamente fundido, de esta forma bajará la temperatura  y quedará más brillante.
  2. Echar el chocolate fundido en los moldes. Golpear ligeramente el molde contra la encimera para eliminar las burbujas. Colocar el molde del revés encima de un plato  y dejar así un par de minutos para eliminar el chocolate sobrante y que los moldes queden recubiertos de una fina capa. Darle la vuelta y con una espátula limpiar bien el chocolate que haya quedado en los bordes, meter en la nevera para que cristalice.
  3. Rellenar con almendra crocanti, coco rallado o mermelada sin llegar al borde. Cubrir con chocolate fundido y antes de meter de nuevo en la nevera limpiar bien los bordes con una espátula.
  4. Dejar enfriar  hasta que el chocolate quede totalmente cristalizado. Sacar de la nevera y desmoldar. Conservar en un lugar fresco y seco.