Cuando llega la primavera es fácil ver gente que recorre el
campo con la vista puesta en el suelo. De haber llovido, una podría pensar que
están buscando caracoles, pero no es el caso. Lo que buscan son espárragos
silvestres, largos, delgados y de color verde. Hay mucha afición a ir al campo
y volver con algo que dé testimonio de nuestra salida, de nuestra aventura más
allá de los límites que imponen las ciudades: un ramito de flores de vivos
colores, cuatro piedras de río pulidas por el agua, unas setas o, pongamos por
caso, un manojo de espárragos con los que sólo podremos hacernos una tortilla.
Pero hoy hablamos de espárragos blancos, de ésos que cuando despuntan
en el campo se les cubre con tierra para que mantengan su inmaculado color. De
ésos que se pueden comer fríos, acompañados de una mayonesa o una vinagreta, o
calientes con una salsa como la que hemos hecho hoy con nata líquida, nueces,
almendras y queso parmesano. Hablamos de esos espárragos que compramos prietos
en un mazo, que bañamos en agua hirviendo y que luego depositamos con todo
cariño sobre una bandeja cubiertos con la salsa. Hablamos, en definitiva, de
unos espárragos que os acercarán a la Naturaleza sin salir de casa.
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| INGREDIENTES (para 4 personas) |
- 12 espárragos naturales (o de bote, si debemos preparar el plato con más rapidez).
- 20 g de almendras.
- 20 g de nueces.
- 150 g de nata líquida 18% de materia grasa.
- El zumo de medio limón.
- 50 g de queso parmesano rallado.
- Pimienta negra.
- Almendras fileteadas.
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| PREPARACIÓN DE LOS ESPÁRRAGOS |
- Poner una olla al fuego con abundante agua. Es preferible que sea alta y estrecha para poder cocer los espárragos de pie (sin que el agua cubra las yemas).
- Pelar los espárragos con un pelador, respetando las puntas y cortando la base leñosa.
- Cuando el agua empiece a hervir, añadir sal y una cucharada
sopera de azúcar para evitar el amargor. Cocerlos hasta que estén tiernos, algo que
dependerá de su grosor.
- Sacar y dejar escurrir.
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| PREPARACIÓN DE LA SALSA |
- Triturar las almendras y las nueces y reservar.
- Echar en una cazuela la nata líquida y poner a fuego lento,
añadir el zumo de limón, el queso y las nueces y almendras trituradas y remover hasta que quede una salsa espesa.
- Emplatar colocando los espárragos tibios y la salsa caliente por encima.
Adornar con unas almendras fileteadas previamente tostadas en una sartén y una ralladura de limón.
Me parece una propuesta la mar de original y rica para un entrante, esa salsa de parmesano debe estar deliciosa!
ResponderEliminarBesos!
La receta es muy sabrosa, pero la presentación que les has hecho a traves de las letras es muy poética, muy bonita, hace que nos imaginemos un campo cubierto de espárragos asómándose a la luz.
ResponderEliminarBesoss Ana
hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2014/04/como-identificar-los-taninos-en-el-vino.html
Un plato para el día de la madre delicioso.Besitossss
ResponderEliminarPor Asturias no son apreciados, de hecho yo no sabía que eran espárragos silvestres hasta que empece a andar por estos mundos. Me gustan mas los blancos eso si, así que esta receta para mi es una maravilla. Sencilla, pero sana.
ResponderEliminarBesinos y feliz puente
Tienen un aspecto maravilloso y como los has hecho, me parece impresionante.
ResponderEliminarQué forma más rica de hacerlos.
Un beso
Se ven muy bueno, pero aquí entre nos, prefiero los verdes, bueno, es que aquí abundan los verdad y los blancos por lo general vienen envasados y comprenderás que no es lo mismo que comerse uno fresco
ResponderEliminarHola, chicas. La receta es una delicia, quizá por la combinación de ingredientes o tal vez porque, sencillamente, me encantan los espárragos. Sin embargo, las fotos me han cautivado por completo, casi diría que son una puesta en escena cinematográfica.
ResponderEliminarUn plato sencillo pero lleno de sabor!!! Estupenda receta!!!
ResponderEliminarUn besito,
Sandra von Cake
Un plato riquísimo!!No sabía que los espárragos blancos son de ese color porque se cubren. Nunca se acuesta una sin saber algo más.
ResponderEliminarbesos
Si. Si les de la luz del sol, la yema se tiñe de morado y pierden valor en el mercado (aunque saben igual de ricos).
Eliminar¡Gracias por tu visita!
Ay que lástima!
ResponderEliminarAntes de ayer me terminé todos los espárragos blancos que me había traído de Navarra hace poco, como no duran mucho en la nevera, los gasté rapidito... no es fácil encontrar espárragos crudos en Madrid, y cada vez que voy a mi tierra cargo el maletero...
Me hubiera gustado probar esta receta, pero como suelo ir y venir, me la guardo para cuando vuelva a tener.
Que ricura de receta, facilita y tan bien presentada que da gusto visitarte, un abrazo.
ResponderEliminarQué ricos se ven! Aquí donde vivo no es muy frecuente encontrar espárragos frescos...
ResponderEliminarFantástico plato Ana, muy sabroso y natural. Besos
ResponderEliminarEstupendo plato con una presentación de lujo!! Besos
ResponderEliminarMe ha encantado, tomó nota. Un besin.
ResponderEliminarOstres quina manera més original de preparar els espàrrecs! I quin bé de Déu d'espàrrecs que vau fer servir per preparar la recepta!
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