miércoles, 24 de febrero de 2021

BIZCOCHO CEBRA

Viendo las fotos es obvio entender porqué a este bizcocho se le llama “cebra”. Nacional Geographic es una revista de prestigio. De las cebras dice que “las rayas de cada espécimen son igual de únicas que las huellas dactilares, no hay dos iguales”. Con los bizcochos cebra ocurre lo mismo: no hay dos iguales. Por muchas veces que los hagáis nunca os saldrán idénticos. También dice la prestigiosa revista científica que las rayas sirven para camuflarse de los depredadores, sobre todo de las hienas y los leones. Nacional Geographic no dice nada de cuando un bizcocho cebra sale a la mesa. Los depredadores, también llamados comensales, babean de gusto, se relamen ante el festín que se avecina. Son hienas gourmet. Se ríen con esa risa característica que se les hiela cuando les proponéis un reto, una adivinanza: ¿las cebras son blancas con rayas negras o negras con rayas blancas? Depende de a quién le formuléis la pregunta. Según sostiene el paleontólogo Stephen Jay Gould en su ensayo “Dientes de gallina y dedos de caballo”, un africano os dirá que las cebras son negras con rayas blancas. Un hombre/mujer blanca os dirá todo lo contrario, que son blancas con rayas negras. Antes de que acabe la encuesta el bizcocho cebra habrá desaparecido. 


RECETA

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INGREDIENTES
  • 4 huevos
  • 180 g de azúcar
  • 200 g de aceite de girasol
  • 100 g de leche
  • 300 g de harina de repostería
  • 20 g de cacao en polvo
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • Una pizca de canela en polvo
  • 2 cucharaditas de levadura Royal
  • Una pizca de sal

PREPARACIÓN
  1. En un bol mezclar los huevos y el azúcar y batir con unas varillas eléctricas o con Thermomix hasta que espumen y dupliquen su volumen.
  2. Añadir la leche, la levadura, la esencia de vainilla, la canela, la sal y el aceite. Mezclar con ayuda de una espátula.
  3. Dividir la masa en dos boles.
  4. Añadir al primer bol 175 g de harina tamizada que iremos mezclando poco a poco con una espátula y con movimientos envolventes.
  5. Nos quedarán 125 g de harina a la que añadiremos 20 g de cacao en polvo. Tamizar y añadir al segundo bol mezclándolo de la misma manera, poco a poco y con movimientos envolventes.
  6. Preparar un molde de 20 cm forrando la base con papel de horno y untándolo con spray o mantequilla.
  7. Echamos en el centro 3 cucharadas de la masa blanca, encima ponemos 3 cucharadas de la masa de cacao y así sucesivamente hasta acabar las dos masas. Al acabar de echar las masas dar unos golpecitos con el molde sobre la encimera para que asienten mejor.
  8. Meter en el horno precalentado a 160º durante 50 minutos con calor arriba y abajo. Comprobar pinchando con una brocheta si está bien hecho (si la brocheta sale limpia ya estará).
  9. Sacar y desmoldar dejándolo enfriar sobre una rejilla.



Fuente: Gorka Barredo: "¡Que viva la cocina!" 
GRIJALBO ILUSTRADOS. 2019



3 comentarios:

  1. A mi no me queda tan bien, pero rico está un rato.
    Bss

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  2. Es uno de mis favoritos. No puede estar más bueno y no os ha podido quedar mejor

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  3. Es precioso! Qué bonito queda así de cebra. Lo tengo que hacer :) besitos!

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