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Si queréis sorprender a propios y
extraños ahí os dejamos una chuche sana, muy alejada de esos dulces de
consistencia elástica, producto de la química, que encantan a niños y no tan
niños. Con hojaldre y dulce de membrillo podéis hacer estos palitos en forma de
espiral que pueden acompañar una taza de té o de café. Son adictivos como los
dulces infantiles. De ahí que los hayamos
comparado con las chuches. Palitos como éstos también los hay salados,
pero hoy teníamos unos membrillos excelentes y no podíamos desaprovechar la ocasión.
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 | INGREDIENTES |
 | PREPARACIÓN |
- Con ayuda de un rodillo estirar
una plancha de hojaldre. Cubrirla con dulce de membrillo cortado en láminas muy
finas.
- Estirar la segunda plancha de
hojaldre y colocarla encima.
- Con ayuda de una regla y un
cuchillo cortar por la mitad a lo ancho y de cada mitad hacer tiras de 2 cm.
Saldrán en total 32 tiras.
- Enroscarlas y colocarlas sobre una
bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado separándolas unas de otras para
que no se junten.
-
Batir el huevo y pincelar cada tira. Meter en el horno precalentado a 180º
durante 18 minutos o hasta que estén doradas (siempre dependiendo del horno).
- Sacar del horno y dejar enfriar
sobre una rejilla.
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