Dicen que la belleza es algo muy efímero y este plato lo es
sin duda porque dura un suspiro. Es un plato que podríamos calificar de
minimalista. Pocos ingredientes, de calidad y presentados con suma sencillez.
Veraniego y refrescante. Todo muy simple, al alcance de cualquier persona
aunque no sea experta en la cocina, pero atractivo a la vista y al paladar. Una
combinación que sorprenderá y que siempre os dejará en buen lugar.
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| INGREDIENTES |
- Una bolsa de brotes de lechuga.
- Langostinos cocidos.
- Melón.
- Un bote de salsa de mango.
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| PREPARACIÓN |
- Poner los brotes en una pizarra o ensaladera.
- Colocar por encima los langostinos.
- Con una cuchara francesa hacer bolas de melón (si no tenéis
este tipo de cuchara podéis cortar el melón en trocitos).
- Poner las bolas o los
trozos de melón distribuidos entre los langostinos.
- Aliñar con la salsa de mango.
- Las cantidades de langostinos o melón son siempre en función
del gusto.
Nada que envidiar a cualquiera de los mejores restaurantes españoles
ResponderEliminarMe gustan las recetas que con la imaginación y cuatro productos se convierten en un plato exquisito. Esta ensalada es de diez y apenas se necesita tiempo y dinero para hacerla. Eso es arte.
ResponderEliminarUn beso.