Son “adoquines comestibles”. De esta manera tan gráfica los definía Manuel Vázquez Montalbán en su
libro “La cocina catalana”, publicado por Ediciones Península en 1979. Nos
estamos refiriendo a los carquiñolis, unas pastas secas y dulces elaboradas con
huevo, azúcar, harina, almendras y una copita de anís. En el libro de José
Maillet “El confitero moderno” editado en 1851 ya se explica cómo hacer los
carquiñolis. La fórmula ha variado poco. Algunos pasteleros han introducido
ligeras variantes, pero sin mayores consecuencias para este dulce tradicional
con denominación de origen. Volviendo a Vázquez Montalbán, el escritor,
periodista y gourmet, decía con su afilado sentido del humor: “La gracia de los
carquiñolis está en el ruido que se hace al comerlos y en la indudable alegría
que siempre proporciona comprobar que en la lucha entre estos dulces y las
dentaduras suelen vencer las dentaduras a pesar de las apariencias”. Y
recomendaba más adelante: “A pesar de que el comensal quiera entablar en solitario
la batalla contra estos consistentes seres, siempre hay que intentar
convencerle de que remoje antes el asunto en vino rancio o moscatel y en su
defecto en cualquier vino de postre a mano”. Sabias palabras las del maestro.
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| INGREDIENTES |
- 150 g de almendras crudas con piel.
- 160 g de azúcar.
- 280 g de harina.
- Una cucharada de levadura en polvo.
- Una cucharada de anís.
- Una cucharadita rasa de canela en polvo (optativo)
- Ralladura de la piel de un limón.
- 5 cl de agua.
- 1 huevo.
- Una yema de huevo para pincelar los carquinyolis
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| PREPARACIÓN |
- Poner la harina sobre una superficie de trabajo y hacer un
círculo, dentro poner todos los ingredientes excepto la yema de huevo, mezclar
todo e ir introduciendo la harina hasta que nos quede una masa que no se pegue,
si es necesario añadir algo más de harina.
- Hacer 2 barras alargadas de unos cuatro cm de anchura y colocarlas sobre
una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado.
- Batir la yema de huevo con una cucharada de agua y pincelar.
- Hornear durante 14 minutos en horno precalentado a 180 grados.
- Cuando estén ligeramente doradas sacar del horno y en
caliente cortar en trozos de 1 cm en forma diagonal con un cuchillo que no sea
de sierra, dando un golpe seco para que no se rompan. Si se os rompe esperad unos minutos a que se enfríe un poco la masa.
- Una vez cortados, volver a introducir en el horno unos diez
minutos más hasta que estén dorados y crujientes.
Te han quedado de vicio!
ResponderEliminarSe parecen mucho a los bizcotti italianos que son muy ricos acompañando un vino dulce.
ResponderEliminarBesos Ana, hoy desde
http://norma2-siempreesprimavera-norma2.blogspot.com.ar/2015/05/por-que-los-hombres-llevan-barba.html
Que ricos :) el aspecto es estupendo! y solos se comen de maravilla uno tras otro seguro. Un besito!!
ResponderEliminarRecetas de una gatita enamorada
Assomigliano ai nostri croccadenti, che poi sono simili ai cantucci toscani. Io li adoro.
ResponderEliminarMe he informado y en efecto los cantucci aunque de distinta procedencia que los carquiñolis, tienen en común los mismos ingredientes. Valgan los blogs de cocina para acercarnos a la gastronomía de otros lugares. Gracias elenuccia.
EliminarLas zonas italianas donde son famosos , eren del reino de Catalunya i Aragón , osea...catalanes al 100%
EliminarSe ven super crujientes!! que buenos tiene que estar. Esta es una de mis asignaturas pendientes. Los has bordado!! Bs.
ResponderEliminarSiempre han sido el dulce favorito de mi padre y desde que los he preparado caseros han caído mil tuneos!
ResponderEliminarLos tuyos han quedado de lujo total!
Besos,
Palmira
Menuda pasada, no los conocía y me encantan. Te han quedado divinos.
ResponderEliminarchulisimos y lo buenos que estan
ResponderEliminarOstres quins carquinyolis!!!! Fan una pinta genial!! M'encanten!! A veure si m'animo un dia...
ResponderEliminarSalutacions
Deliciosos carquinyolis, y taaaan tuneables! Imprescindible mojarlos en una copita de vino dulce o moscatel (los italianos suelen mojar sus cantuccini en "vin santo", un vino de postre) Un cacao bien calentito también es una alternativa, mmmmMM.
ResponderEliminarBuen consejo lo del golpe seco para que no se rompan :-)
Besotes
Qué delicia, tienen una pinta tan rica que me comería un buen puñado. Besos
ResponderEliminarPero qué bien te han quedado, me encantan estos dulces así que me llevo un par.
ResponderEliminarbesos
¡Son deliciosos! Y te han quedado perfectos..... A nosotros nos gustan mucho, son un dulce muy nuestro. Prueba de hacer una picada con ellos....¡ya verás!
ResponderEliminarBesos,
Olga
No los conozco pero deben estar superbuenos, la pinta es espectacular!un beso
ResponderEliminarQue bom aspeto. Já provei mas nunca fiz. São deliciosos.
ResponderEliminarTe han quedado de categoría.Son sublimes y en casa nunca faltan.
ResponderEliminarBuen finde
Bss
Una pinta extraordinaria, que pena no poder probarlos...gracias por la receta un besote.
ResponderEliminarLos haré seguro porque a mipadre le encantan y cuando venga en agosto le daré la sorpresa :)
ResponderEliminarbesos
Ya, es que en este momento los estoy saboreando remojaditos en ese vino dulce típico de las abuelitas.
ResponderEliminarSón un dels meus dolços cruixents preferits!!! Petons!
ResponderEliminarAna me encanta la receta, me recuerda a los cantuccini de Florencia. http://eldelantalderosa.blogspot.com.es/
ResponderEliminarEstos productos tan especiales son los que marcan la diferencia en cualquier local hostelero y en tu propia casa. Si buscas algo así para tu negocio, compra el material y la maquinaria que necesites para conseguirlos.
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