En la última reunión de vecinos en que teníamos que decidir
de qué color pintábamos la escalera, ver “Fideos a la cazuela” alguien habló del color salmón. La propuesta no prosperó claro, pero dio pie a
que el listillo de turno nos aguase la noche y la cena a más de uno al decir
que los salmones de piscifactoria están “pintados”. Que este pescado es de
carne gris como muchos y que cuando está en libertad consigue su color anaranjado
a base de comer cantidades ingentes de krill, un pequeño crustáceo. Que el
color entre anaranjado y rosa, salmón para entendernos, se consigue a base de
alimentar los peces con cápsulas de un carotenoide, la astaxantina, hechas con
cáscaras de crustáceo pulverizadas. Que los fabricantes de estas cápsulas van a
los criaderos con una paleta de colores para que los responsables elijan la
tonalidad adecuada que se ajusta más a los gustos del consumidor. No hay riesgo
para la salud según las autoridades sanitarias europeas. Total es uno más de
los colorantes que engullimos a lo largo del día. Peores cosas comemos o
respiramos. Y qué queréis que os diga, yo no pienso renunciar a hacer este salmón con gambas.
Está divino.
RECETA |
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INGREDIENTES (para 4 personas) |
- 4 lomos de salmón.
- 12 gambas.
PARA LA SALSA
- Aceite de oliva.
- Una cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- Medio pimiento verde.
- Una cucharada de harina.
- Unas ramas de perejil
- Una taza de las de café de vino blanco.
- Un poquito de agua.
- Sal.
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PREPARACIÓN |
- Cortar la cebolla y el pimiento en trocitos muy pequeños.
- Poner el aceite en una cazuela amplia y cuando esté caliente echar la cebolla y el pimiento y pasados unos minutos añadir los ajos cortados y esperar a que todo esté sofrito.
- Añadir la harina y dar vueltas.
- En un mortero machacar las hojas de perejil, añadir el vino blanco y echar a la cazuela .
- Dejar reducir el vino, rectificar de sal, triturar la salsa y añadir un poco de agua.
- Salar el salmón y poner los lomos en la cazuela junto con las gambas.
- Tapar la cazuela y dejar hervir unos 10 minutos, moviendo de vez en cuando para que no se pegue.
- Servir caliente y si se desea, adornar con unos brotes de ajo.
Una cazuela buenísima!! Me gusta esta receta, además es fácil. Bss.
ResponderEliminarQue buena pinta...
ResponderEliminarUn saludo
Un plato para disfrutar por todo lo alto!
ResponderEliminarBesos,
Palmira
Me encanta estas recetas de pescados en donde la pronunciacion de sus sabores son protagonistas indiscutibles y en el que como tu bien haces las gambas y el salmon ha tenido que ser autentico sabor rico. Besos
ResponderEliminarSoy mucho de salmón y esta receta esta muy bien.
ResponderEliminarBss
Una cazuela delo más buena con esos dos productos de categoría
ResponderEliminarBesitos¡¡¡
Una estupenda receta y seguro que deliciosa. Un besazo.
ResponderEliminarQué razón tienes, a veces es mejor no pensar en lo que comemos. Fraude del atún rojo coloreado con remolacha, el salmón con colorantes, permitido todo, si, pero qué nos está pasando que preferimos comer con los ojos... las manzanas perfectas, los tomates igual aunque luego no sepan a nada. Pena de civilización.
ResponderEliminarLo que no es ninguna pena es tu receta, buenísima combinación de ingredientes y un resultado apetecible a tope.
Un besito