RODABALLO CON VERDURITAS

Intenta pasar desapercibido. Es el rey del camuflaje. Se mimetiza con el terreno. No presenta comportamientos gregarios. Actúa solo. No es un espía ni un asesino a sueldo. Por eso, cuando lo vi  tendido sobre un lecho de hielo en la pescadería pensé: ¡Ya te tengo! ¡Te pesqué! Era un rodaballo hermoso dentro de los de su especie; peces planos, con forma romboidal, con una piel sin escamas, cabeza también aplanada con diminutos ojos que sólo se localizan en el lado izquierdo. Su color es variable pero siempre oscuro de un lado y blanquecino en el otro. Cuando se posa en el fondo de los mares siempre muestra su lado oscuro para evitar ser devorado y para devorar a su vez a incautos pececillos. Su grado de camuflaje llega a tal punto que el rodaballo cambia de nombre según esté en un mar o en  otro. En Francia y en la Gran Bretaña adopta el nombre de turbot; en Catalunya se le conoce como rèmol o rèmol de petxines; xuela en Asturias; coruxo en Galicia. En cuestión de nombres de peces, ya se sabe, en cada lugar se les conoce con uno distinto. Claro que si llegamos a pedir en la pescadería un “psetta maxima”, el nombre científico del rodaballo, igual se nos mosquea el vendedor o la vendedora.

RECETA (para 4 personas)

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	INGREDIENTES

• Un rodaballo.
• 2 dientes de ojo.
• Medio pimiento rojo.
• Un pimiento verde.
• Un trozo de calabaza.
• Un puerro (solo la parte blanca).
• 2 guindillas.
• Aceite.
• Sal en escamas.

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	PREPARACIÓN

1. Pedir en la pescadería que os corten el rodaballo en filetes.
2. Cortar las verduras en juliana y sofreír en una sartén con un poco de aceite, echar un poco de sal y una vez fritas  reservar.
3. Freír los filetes de rodaballo.
4. Cortar los dos dientes de ajo en láminas y freír junto con las guindillas, teniendo cuidado de que no se doren demasiado para que no amarguen.
5. Presentar el rodaballo sobre las verduras, echar los ajos y guindillas encima con un poquito de aceite de la misma cocción. Completar con unas escamas de sal.
6. Servir caliente.

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