LICOR DE CAFÉ

Antes de que el gremio de la ferretería inventase el “tres en uno”, se les adelantó un espabilado que se inventó el “licor de café”. Esta bebida alcohólica consistente en mezclar café, azúcar y orujo, es una especie de “tres en uno” capaz de desatascar cualquier gaznate herrumbroso. Es costumbre en este país terminar una buena comida con una taza de café y una copa de licor, sea éste orujo, coñac, anís… Pero alguien pensó que eso de tomarse las bebidas por separado era una pérdida de tiempo cuando se podían tomar de golpe, de un trago. Dicen que el licor de café apareció en Jamaica en el siglo XVII. No sería extraño pues tenían a mano los ingredientes básicos para su elaboración, y no seremos nosotras quienes lo pongamos en duda. Lo que sí es cierto es que este brebaje se popularizó en Galicia llegando a considerarse un licor tradicional de dicha comunidad.

Un consejo final: que no os entren las prisas para tomaros el licor de café que preparéis porque hay que dejarlo reposar un tiempo. Las cosas buenas se hacen esperar.

RECETA

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	INGREDIENTES

• 75 g de café en grano.
• La cáscara de ½ naranja.
• 400 g de azúcar.
• 125 ml de agua.
• 10 nueces peladas.
• Una pizca de anís en grano.
• 1 l de aguardiente.

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	PREPARACIÓN

1. Hervir el agua con el azúcar hasta que se disuelva.
2. Retirar del fuego y añadir el café, el anís, las nueces y la cáscara de naranja. Tapar y dejar la infusión hasta que se enfríe.
3. Una vez fría, mezclar en un tarro de boca ancha los ingredientes anteriores con el litro de aguardiente. Remover todos los días durante una semana.
4. Filtrar el licor (es aconsejable utilizar un tamiz muy fino para evitar posos) y pasarlo a las botellas en las que se vaya a servir.

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