Tenemos
debilidad por el pan. Mejor, por los panes. Hay niños que se extasían
contemplando las vitrinas de una juguetería. Nosotras nos embobamos ante las
estanterías de una panadería bien surtida y si encima, como ocurre en algunas
ocasiones, podemos ver el obrador de la panadería a través de los cristales el éxtasis
es absoluto. Con eso queremos decir que nos encanta ver y probar panes de
distintas formas y tamaños, elaborados a partir de diferentes ingredientes para
luego reproducirlos a pequeña escala en nuestra cocina y con nuestro horno nada
industrial por cierto. Hemos hecho panes de cebolla, de nueces, de semillas, de
calabaza, de canela y miel… con formas alargadas, de molde o redondas, grandes
y sencillos panecillos. Es un mundo que nos apasiona y que nunca se acaba. ¡Por eso queremos celebrar hoy el día del pan con este post!
A quien no le gusta el pan? Antes de tener dientes ya nos daban un trozo de pan...ese era una chuche 😉ahora con las intolerancias ya menos. Pero sigo adorando un trozo de pan.
ResponderEliminarBesinos