GALLETAS NAVIDEÑAS DE AZAHAR

En este mundo, casi todo es cíclico, todo se repite. No es una idea nuestra. En el Eclesiastés, 1.9  se dice “Lo que fue, eso será. Lo que ya se hizo, eso es lo que se hará; no se hace nada nuevo bajo el sol” (nihil novum sub sole). A qué viene esto. Pues a que un año más vuelven las luces de Navidad a las calles, se repiten los villancicos y lo único que ha variado es el anuncio de la Lotería. Por cierto, desde que desapareció el calvo de la lotería que iba repartiendo la suerte a base de soplidos, vamos dando tumbos. Este año el anuncio es excesivamente melodramático, raya en lo lacrimógeno y toca la fibra sensible. Muy bien hecho, eso sí.

Ahora que ya casi nadie manda los clásicos “christmas” navideños, nosotras hemos compuesto nuestra felicitación a base de estas galletas voladoras y unas pompas de buenos deseos. Que paséis unas buenas fiestas y que comáis con moderación a pesar del diluvio de recetas que veréis en los blogs de cocina, también en éste.

RECETA

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	INGREDIENTES

• 100 g de mantequilla a temperatura ambiente.
• 275 g de harina.
• 1 huevo.
• 100 g de azúcar.
• 3 cucharaditas de agua de azahar.
• Un pellizco de sal.

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	PREPARACIÓN

1. Echar en un  recipiente la mantequilla, la harina tamizada y un pellizco de sal. Mezclar bien con las manos.
2. Añadir el azúcar, el agua de azahar y el huevo y seguir mezclando hasta obtener una pasta moldeable.
3. Tapar con film transparente y dejar reposar en la nevera durante una hora aproximadamente.
4. Poner la masa entre dos papeles de horno y estirar con un rodillo dejando las pastas de 5 mm de grosor. Cortar con un cortapastas. Si resultara difícil de manejar la masa, quitar los recortes y meter un rato de nuevo en la nevera.
5. Poner las pastas en una bandeja forrada con papel sulfurizado y meter en el horno precalentado a 180º durante 8 o 10 minutos, hasta que estén doradas.
6. Si queréis decorarlas con bolitas como las de la fotografía, deberéis hacerlo cuando estén frías.
7. Para pegar las bolas decorativas podéis hacerlo mezclando una clara de huevo a punto de nieve con 100 g de azúcar glas. Podéis  añadir una pizca de colorante alimenticio para dar el color de las bolas que hayáis elegido y de este modo no se notará cómo están pegadas.

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