martes, 8 de agosto de 2017

BIZCOCHO DE LAVANDA


En verano los insectos me martirizan. Siempre he oído decir que los mosquitos pican a quienes tienen la sangre dulce. Bueno, pues yo debo ser una pastelería ambulante para esos bichos voladores. Los remedios de las abuelas dicen que para evitar las picaduras de los insectos lo mejor es macerar durante 15 días en un cuarto de litro de aceite de oliva, flores de lavanda y aplicarse el mejunje en las zonas del cuerpo más expuestas a las picaduras. No sé, no sé. Pero aprovechando que ahora es la época en que florece la lavanda he decidido hacer un bizcocho con estas flores de tal manera que incorporo en mi cuerpo - y nunca mejor empleada esta expresión- un buen puñado de flores para que el repelente me dure tota la temporada. Aunque, pensándolo bien, me parece recordar haber visto insectos revoloteando alrededor de flores de lavanda. Ya os contaré cuál es el resultado del experimento. De entrada, me como el bizcocho y eso que tengo ganado. 


RECETA

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INGREDIENTES
  • 3 huevos.
  • 160 g de azúcar.
  • 70 g de aceite de oliva suave.
  • 100 ml de leche.
  • 225 g de harina de repostería.
  • 1 sobre de levadura en polvo.
  • La ralladura de una naranja.
  • 3 flores de lavanda secas comestibles.
  • Mantequilla o spray para untar el molde.
     GLASEADO
  • 200  g de azúcar glas.
  • 2 cucharadas de zumo de limón colado.
  • Agua.

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PREPARACIÓN
  1. Precalentar el horno a 180º.
  2. Lavar las flores, aseguraros de que el lugar de dónde las cogéis esté libre de humos y contaminación. Para poderlas triturar, deben estar bien secas. Una vez trituradas, colarlas con un colador para evitar encontrar trozos de flor.
  3. Batir con unas varillas los huevos y el azúcar hasta que estén bien espumosos. Añadir el aceite en un hilo y seguir batiendo.
  4. Agregar la leche, las flores trituradas y la ralladura de la naranja. Mezclar bien.
  5. Por último, incorporar la harina previamente tamizada con la levadura y continuar removiendo hasta conseguir una masa esponjosa.
  6. Poner la masa en un molde untado de mantequilla o spray y hornear unos 20 o 25 minutos (siempre dependiendo del horno). Comprobar si está bien cuajado pinchándolo con una brocheta.
  7. Dejar enfriar sobre una rejilla.
  8. Cuando esté frío, echar por encima el glaseado.
  9. Para ello, mezclar el azúcar con dos cucharadas de limón e ir añadiendo cucharaditas de agua hasta conseguir la textura deseada. No puede quedar muy espeso porque sería difícil extenderlo. Aplicar inmediatamente para evitar que se seque.





3 comentarios:

  1. Nunca he usado lavanda en la cocina, pero este bizcocho tiene una pinta deliciosa. Me voy a guardar la receta y a ver si lo pruebo! Un saludo :)
    Patricia.

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  2. Com a repel.lent de mosquits no sé...però quina cosa més bona per degustar!!! Mmmmm!

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  3. Seguro que debe estar delicioso, me gusta como huele la lavanda, me relaja y creo que a mi piel le sienta de maravilla ese aroma. Pero en un bizcocho, para mi, eso es novedad y vaya que se antoja probar. Besos!

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