Desde hace unos años las ensaladas de pasta no faltan en
nuestras mesas. Antiguamente, la pasta sólo la comíamos cuando había
macarrones, sopa de fideos, y los canelones de las grandes ocasiones. Luego se
popularizaron los spaghettis, los tallarines... y desde hace relativamente poco
la pasta aquí, en nuestro país, ha adoptado nuevos colores, formas y volúmenes
diversos. Recordemos los ravioli, los tortellini, o la lasaña por ejemplo.
Ahora ya hablamos de lazos (farfalle), espirales (fusilli)... Pues bien, estas
últimas son quizás la pasta más adecuada para hacer ensaladas frías como la que
hoy os presentamos. Son un clásico. Y como se pueden dejar hechas en la nevera
son perfectas para comer después de venir de la playa o de la piscina. Y
encima, tratándose de pasta, seguro que a los niños les encanta.
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 | INGREDIENTES |
- 100 g de pasta.
- 1 bolsa de rúcula.
- 1 bote pequeño de maíz dulce.
- Tomates cherry.
- Pepino.
- Aceitunas negras.
- Queso feta.
- Pimiento rojo (queda perfecto cortado con la mandolina).
- Para decorar se pueden utilizar pipas peladas, pipas de calabaza y arándanos secos.
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 | PREPARACIÓN |
- Hervir la pasta siguiendo las instrucciones del paquete. Mover
la pasta para que quede suelta. Dejar enfriar.
- Cuando esté fría, mezclar con el resto de ingredientes y servir en un bol grande o boles individuales, como el de la fotografía (los blancos resultan perfectos.
- Aliñar con aceite de oliva virgen y crema balsámica de Módena.
- Decorar con los frutos secos y servir.